Ahorros en caso de divorcio
Los ahorros comunes en un divorcio es recomendable repartirlos amistosamente para evitar controversias o malas prácticas de alguno de los cónyuges que tenga la tentación de quedarse con más dinero del que realmente le corresponde.
Un buen consejo es separar las cuentas antes del divorcio para que cada cónyuge pueda disponer de su propio dinero.
Si los ahorros se han repartido ya, en el divorcio habrán menos hechos controvertidos.
Es evidente que es mejor que el divorcio se gestione en términos amistoso, pero en lo que se refiere a los ahorros, habrá que distinguir entre el dinero de uno, del otro y el común. De manera que se evite que uno se quede con aquel dinero o ahorros que no le corresponde.
Es curioso y chocante como en infinidad de separaciones los cónyuges suelen discutir y disputar a quien le corresponde el dinero ahorrado queriendo ambos quedárselo, mientras que ocurre justo lo contrario en las deudas, que ambos tratan de eludir el pago en la medida de lo posible y que se haga cargo el otro cónyuge.
Dinero en el divorcio
El dinero no puede convertirse en el interés del divorcio, sino que la prioridad debe de ser la de mantener el respeto y consideración mutua y llegar a una solución justa que permita que el dinero y patrimonio y deudas comunes se repartan de manera razonable y justa.
En los divorcios con hijos, la prioridad deben de ser los niños.
El dinero también es importante, pues servirá para cubrir las necesidades de todos los miembros de la familia, pero hay que evitar reducir los términos e intereses en el divorcio a cuestiones de dinero.
Deudas en divorcio
Las deudas en caso de divorcio serán responsabilidad de uno de los cónyuges, de ambos o de la sociedad de gananciales en función de:
- El momento en el que sea contraída la deuda.
- El régimen económico matrimonial al tiempo de contraer la deuda.
- Qué cónyuge contrae la deuda (quien firma el préstamo o compromiso de pago)