Separar cuentas antes del divorcio

Separar las cuentas antes del divorcio es una práctica recomendable mas aún si se consensua entre ambos y se hace de mutuo acuerdo.

De no poder hacerse de manera cordial, una buena opción suele ser sacar la mitad del dinero de las cuentas, comunicando que la otra mitad es del otro cónyuge para que pueda disponer de él.

Ahora bien, sin desatender los gastos y necesidades familiares y teniendo en cuenta las demás circunstancias familiares: Dinero en efectivo, rentas e ingresos, gastos y necesidades familiares… etc.

Qué pasa con las cuentas bancarias en caso de divorcio

En caso de divorcio las cuentas no cambiarán de titularidad automáticamente, sino que serán los cónyuges los que tendrán que tomar la decisión que corresponda, siendo la más recomendable cerrar las cuentas comunes y pasar a tener cuentas separadas.

En ocasiones es necesario mantener una cuenta común para el pago de la hipoteca común o es conveniente para gastos de los hijos, pero ello no supone que no puedan tener los cónyuges, además, una cuenta individual para desarrollar su proyecto de vida con independencia económica.

Sacar dinero del banco por un cónyuge antes del divorcio

Sacar dinero del banco por un cónyuge que esté legitimado para ello es perfectamente legal, antes, durante y después del divorcio.

Si se tratan de gastos de vida u ordinarios no tendrán repercusión en una compensación patrimonial, pero en el caso de que se trate de cantidades elevadas destinadas a gastos no familiares o incluso al ahorro de alguno de los cónyuges, supondrá que se pueda computar junto al resto de patrimonio para que no suponga un desequilibrio económico y descompensación para la otra parte.

Por ejemplo, antes del divorcio uno de los cónyuges puede sacar 100 euros y comprar en el supermercado, es algo perfectamente normal. En cambio si lo que hace es transferirse 100.000 euros, es evidente que deberá de tenerse en cuenta como una disposición que en caso de liquidación de gananciales deberá de computarse en el inventario, valoración y adjudicaciones.

Casados en gananciales cuentas separadas

Si los cónyuges están casados en gananciales, aunque tengan cuentas separadas el dinero se presumirá que es ganancial. La presunción de ganancialidad podrá dejar de tener efecto si alguno de los cónyuges acredita que un determinado dinero es privativo, ya sea por ser de un periodo de soletero anterior al matrimonio o en separación de bienes o ser herencia.

Transferencia bancaria entre cónyuges en gananciales

Una transferencia bancaria ente cónyuges casados en régimen de gananciales será un mero movimientos entre cuentas que seguirá suponiendo que el dinero sea ganancial. Ya se realice la transferencia entre cuentas individuales o comunes, el dinero en la cuenta de cualquiera de los dos se presume que es de la sociedad de gananciales.

Separación de bienes cuentas separadas

Si el matrimonio ostenta el régimen matrimonial de separación de bienes, el dinero que esté en la cuenta de cada uno le corresponderá a título individual y privativo.

Toda persona con independencia de su estado civil y régimen matrimonial puede tener las cuentas que considere oportunas, de manera que legalmente el dinero le corresponda a los titulares de cada uno de ellos en proporción a su titularidad.

Régimen de separación de bienes cuentas bancarias conjuntas

Pueden existir cuentas comunes en las que si ambos son los titularidades, se computará que el dinero es de ambos por mitades. No existe ningún problema de que una pareja o matrimonio en separación de bienes tenga una o varias cuentas comunes, lo que no impide que también tengan otras cuentas individuales o compartidas con otras personas.

No hay que centrarse en la cuenta, que no deja de ser un «cajón» en el que se almacena dinero, lo importante es el dinero que se computará en cada cuenta en proporción al porcentaje de titularidad de la cuenta bancaria.