Sacar dinero del banco por un cónyuge antes del divorcio

Sacar dinero del banco por uno de los cónyuges antes del divorcio puede considerarse en beneficio propio y conllevará derecho a compensación siempre que:

  • Sea una cantidad importante de dinero.
  • Exista separación de hecho y crisis matrimonial.
  • No pueda demostrar el cónyuge que ha sacado el dinero que lo haya reinvertido en beneficio de la familia.

Estos requisitos nos hace tener que hilar fino en la casuística concreta de cada caso.

En términos generales, si uno de los cónyuges saca dinero de una cuenta común durante la convivencia familiar, se presupone que es para fines familiares. Siempre que no se trata de una cantidad o frecuencia que haga evidente lo contrario, se presumirá que el dinero se destinará a fines familiares: Gastos de alimentación, ocio, suministros, ropa, vacaciones… etc.

Cuando existe crisis matrimonial (lo que no siempre es fácil de acreditar) ya la naturalidad se pierde. Es por ello que si la cantidad que se saca del banco es pequeña o similar a la que se sacaba durante el matrimonio, no habrá problema. Pero para el caso de que exista algún movimiento de dinero (ya sea transferencia o retirada en efectivo) fuera de lo normal, se presumirá que lo va a destinar a sus fines e intereses propios y será el cónyuge que ha sacado ese dinero del banco el que deberá de acreditar qué ha hecho con dicho dinero.

Sacar dinero de la cuenta común antes del divorcio
Cónyuge que saca dinero del banco antes del divorcio

El dinero conseguido por la familia debe de redundar en beneficio de la familia. Si antes del divorcio cuando el matrimonio ya está en crisis alguno de los cónyuges saca una cantidad importante del dinero, tendrá la obligación de compensarlo con el resto de bienes y cargas familiares, pues sería una injusticia que se pudiera apropiar de ello sin dar explicaciones y daría lugar a muy malas prácticas.

No se trata de un delito, pero sí de una disposición no justificada que se debe de computar como en beneficio del cónyuge que ha dispuesto de dicho dinero. Hay que analizar muy bien cada caso concreto y es mejor siempre entenderse que tener que llegar a un juicio en el que el juez nos imponga su criterio.

Si existe buena fe nunca se producirán este tipo de situaciones pues todo se podrá acreditar, pero con mala fe se producirán conflictos, reclamaciones y un sin fin de despropósitos sin necesidad.

Por ejemplo:

Es razonable que no de los cónyuges estando en crisis el matrimonio saque 3.000 euros y lo destine a pagar una factura del dentista de los hijos, pudiendo realizar una transferencia a la clínica odontológica.

No es razonable que uno de los cónyuges estando en crisis el matrimonio haga una transferencia a una cuenta privativa sin justificar a qué se destinará más allá de a su propio ahorro a corto plazo.

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