Que hacer con las fotos de la boda después del divorcio

¿Qué debo hacer con las fotos de la boda después del divorcio?

Si el recuerdo es bonito guardarlas con cariño, pero si tener esas fotografías nos pueden causar dolor en el presente o futuro no debemos de guardarlas.

Guardar unas fotos de boda después del divorcio que nos puedan hacer daño, únicamente rememorarán algo que para nosotros se ha tornado dañino.

Habrá personas que podrán ver las fotos de boda después del divorcio de una manera bonita y al haber aceptado y superado la ruptura, mantener las fotos pueda ser saludable.

Pero mantener las fotos de boda después del divorcio puede causar un gran daño y es por ello que si genera sufrimiento, lo correcto es cuanto menos no tenerlas a la vista y si así se quiere guardarlas a modo de recuerdo hasta el día que, en su caso, se puedan ver de manera positiva.

En muchos casos cuando la ruptura está reciente las fotos de la celebración del enlace de boda puede ser incómodo y desagradable, pero en muchos casos se acaba superando.

En los divorcios que no sean traumáticos, especialmente si hay hijos que tal vez sí quieren tener fotos de la boda de sus padres.

De no querer mantenerlas, lo justo es ofrecerlas a nuestra expareja pues él o ella o algún familiar o allegado puede querer tener esas fotos. De no ser así y no querer mantenerlas, lo correcto es tirarlas y reciclarlas, siendo la destrucción la manera que garantiza que dicha fotografía no será vista por nadie después de haberla tirada y será la opción más adecuada medioambientalmente.

Reparto de fotos de boda en la separación

En los casos en los que un matrimonio se separa a buenas, lo mejor es que se pongan de acuerdo los esposos en el reparto de las fotografías de la boda y de las de la vida familiar.

No es justo haber compartido un proyecto de vida común y que cuanto este termina, que se prive a alguno de los cónyuges de poder mantener el recuerdo de los momentos juntos, incluyendo la boda.

Destacan fotos familiares, de nacimiento de los hijos, bautizos, comuniones… etc etc.

Actualmente cada vez impera más el formato digital, por lo que ambos esposos suelen tener fotos de los momentos importantes, incluyendo la boda, en soporte digital. Pero respecto de las bodas más antiguas en las que las fotografías suelen ser impresas sin copia digital, lo razonable es su reparto paritario o el escaneado de las mismas y el envío al cónyuge que no tiene la copia en formato papel.

En definitiva debe de primar el sentido común y la generosidad.

Puede terminar el matrimonio, pero no debe de faltar en ningún momento el respeto y los modales y consideración hacia la persona con quien en su momento nos quisimos casar, con independencia de los agridulce que haya podido ser la ruptura.

Otro gran problema puede ocurrir en que hacer con el anillo de matrimonio después del divorcio.